Ya son 86 años de aquel domingo 9 de mayo de 1937 a las 7:30 de la mañana, donde 16 jóvenes ex alumnos egresados del Colegio San Ignacio de Loyola de Medellín, decidieron consagrarse a la Virgen María, con el propósito de seguir perfeccionando su vida espiritual y realizar un servicio apostólico creando obras sociales para beneficiar a las personas más necesitadas.
Estos jóvenes comenzaron a prestar servicios de consulta en medicina y odontología, dando inicio así a las obras de servicio social, las cuales fueron creciendo y diversificando sus servicios y hoy, más de ocho décadas después, son 13 obras sociales que prestan servicios de salud, educación, familia y comunicaciones.La construcción de ese propósito de vida nacía en corazones impregnados de compasión por el prójimo, con la alegría de vivir para servir con sentido cristiano.
Hoy todos los congregantes, miembros de las juntas y colaboradores, son los encargados de una misión especial, de cuidar este gran legado y seguir haciendo crecer su historia de amor y servicio a la comunidad.